martes, 1 de diciembre de 2009

Madrid


(Andreas Gursky)

Cuando llegué a Madrid quería ser anónima. Ahora a veces me siento parte de una colmena, de un laberinto.

Una frase

"A woman is a woman but a good cigar is smoke" (Rudyard Kipling)

Un hombre es un hombre pero un beso es polvo enamorado. Un beso es un beso pero el amor es un laberinto. Un polvo es un polvo pero las noches a dúo son difíciles de olvidar. Un recuerdo es un recuerdo pero una promesa es una tentación de futuro tan fuerte que duele. Tan fuerte que resulta, a veces, inevitable.

martes, 24 de noviembre de 2009

Tentaciones

¿Qué es la tentación?

- Una negativa a medias.
- Una promesa sin garantías.
- Una cucharada extra de azúcar y una tarta de limón.
- Un "se ve pero no se toca".
- Una prohibición.
- Una debilidad.
- El camino a la perdición.
- Un billete de 50 Euros en el baño del colegio.
- Un hombre atractivo el día después de tu boda.
- Una pregunta sin respuesta.
- Un amor que reaparece en mitad de otro amor.
- Una ventana cerrada al paraíso.
- La infelicidad disfrazada de felicidad.
- Un diario sin llave.
- Unos labios ocupados.
- Una ciudad en el fin del mundo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Woody Allen dixit:

- Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.

- El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.

- El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.

- La única manera de ser feliz es que te guste sufrir.

- En mi casa mando yo, pero mi mujer toma todas las decisiones.

- No le temo a la muerte, sólo que no me gustaría estar allí cuando suceda.

- Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma más divertida.

- Odio la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete.

Whatever works

Es Woody Allen himself, descolgándose con sus perlas de sabiduría desde su última película. Más o menos dice esto. De acuerdo, los seres humanos somos un experimento fallido. Vale, puede que la pareja, la monogamia o la paternidad sean sólo reclamos publicitarios vacíos de contenido. Es cierto, el horror de "Apocalypsis Now" ("the horror") reaparece en las pesadillas cada cierto tiempo, unido a imágenes de Darfur, Irak, el desamor, la violencia... Pero a pesar de todo, merece la pena participar en la vida, no ser sólo un espectador que, desde lejos, juzga y señala. Hay que mojarse, contradecirse en la teoría y en la práctica, ensuciarse las manos en el barro, intentarlo, arriesgar, ir directos al centro de la tormenta para que el viento te golpee. Y..."whatever love you can get and give, whatever happiness you can filch or provide, every temporary measure of grace, get it" (Boris Yelnikoff, alias Woody Allen). Lo que te funcione, whatever works. Y después que murmure la gente.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Recordando

Podría sacudirme la pereza de estos pies tan cansados, pero hoy no quiero estrellas sino polvo de nubes. La cama, el cuarto blanco con la colcha de flores diminutas, el sol de otoño y la ventana inmensa. Y ella tan de verdad, tan frágil, tan enferma. Yo le digo adiós para que no se vaya nunca. Ella me perdona el final lleno de esquinas. Podría sacudirme la pereza del mundo de estos pies tan cansados, pero hoy no quiero estrellas. Sólo quedarme aquí muy quieta, recordar.

martes, 10 de noviembre de 2009

Una frase

"Lo que nos pasa siempre es mucho menos importante de lo que creemos. Sólo tenemos una vida, pero dentro de ella hay muchísimas vidas, algunas mejores, otras peores... Siempre hay que seguir". ("Roma", Adolfo Aristarain)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Todavía

María Aldecoa vio cómo su piel se teñía de amarillo en la Ciudad del Norte. De pronto. Una mañana de febrero. Se desnudó frente al espejo y estudió sus 45 años. Le pareció que quizás ya no era pronto pero sintió que todavía no era tarde. Llamó al médico y pidió una cita para el día siguiente. Se vistió sin darle demasiada importancia, sus vaqueros nuevos y su camisa verde. Bajó, como todas las tardes, a la cafetería del barrio, donde sus hijas irían a buscarla después del colegio. Se tomó su café con leche y su croissant, y sonrió cuando Amaia entró con el uniforme azul pidiéndole un chocolate y un bollo de nata, por favor, mamá, que hoy se acabaron los exámenes. Cedió María. Le apretó la mano a Amaia pensando con pena que había heredado su carácter melancólico. Se miraron en la rutina y se reconocieron.

24 horas después un médico con bata blanca dictaría una sentencia de muerte, cáncer de páncreas, piel amarilla, 45 años. Pero mientras Amaia y María se observaban, aquel día de invierno, sin mimos ni palabras dulces, con la austeridad con la que el amor verdadero se dibuja en la Ciudad del Norte, el tiempo era ilimitado. Quizás ya no era pronto pero todavía no era tarde.

The Real Thing:

- Las hojas del otoño, enormes y rojas, en el camino que une Eugui con el Molino de Urzaiz, en Navarra. Es el primer domingo de noviembre, el vino en la hierba, el queso y el jamón sobre el pan. La gente alrededor y tan lejos. La felicidad en la punta de los labios.
- Y volver a leer, después de muchos años, esta poesía de Benedetti.

Apenas y a penas
Pensó
ojalá que no
pero esta vez acaso sea la última.

Con el deseo más tierno que otras noches
tentó las piernas de la mujer nueva
que afortunadamente no eran de carrara
posó toda su palma sobre la hierbabuena
y sintió que su mano agradecía
viajó moroso y sabio por el vientre
se conmovió con valles y colinas
se demoró en el flanco y su hondonada
que siempre era su premio bienvenido
anduvo por los pechos eligiendo al azar
y allí se quedó un rato descifrando
con el pulgar y el índice reconoció los labios
que afortunadamente no eran de coral
y deslizó una mano por debajo del cuello
que afortunadamente no era de alabastro.

Pensó
ojalá que no
pero puede ser la última.

Y si después de todo
es la última vez

entonces cómo haré mañana
de donde sacaré la fuerza y el olvido
para tomar distancia de esta orografía
de esta comarca en paz
de esta patria ganada
apenas y a penas
a tiempo y a dulzura
a ráfagas de amor.

Luna esribe una carta

Luna tiene 4 años recién cumplidos y en el cole está aprendiendo a escribir. De momento sólo sabe su nombre, el de su mamá y el de Jose, que es ese señor tan simpático que vive con su mamá y con ella. También puede dibujar las letras, aunque algunas no le salen muy bien, como la "n", por ejemplo.

Pero Luna hoy quiere escribir una carta dirigida al Olentxero, que es como se llama Papá Nöel en la Ciudad del Norte. Le pide ayuda a su tía Lara.

- ¿Qué quieres que te regale el Olentxero?
- Un cuaderno.
- ¿Un cuaderno? Pero si tienes muchos...
- Uno muy grande para hacer dibujos grandotes. Y unas pinturitas.
- Vale, se lo ponemos aquí. ¿Algo más?
- Aprender a escribir la letra "p", que no me sale.
- ¿Para qué? ¿Qué nombre empieza por "p"? Mamá se llama Ana o mamá, yo me llamo Lara, Irene se llama Irene. Jose se llama Jose.
- Es muy importante. La letra "p". Y también pídele al Olentxero un calan..., caledorio
- ¿Un calendario?
- Sí, sí, eso.
- ¿Para qué, bitxito?
- Para saber cuántos días quedan para que vuelva papá.

jueves, 29 de octubre de 2009

Se fue

Al principio casi no se notó. Las mañanas y las tardes se deslizaban sin dramas en el agujero negro del tiempo: el trabajo, un café con un amigo, un partido de fútbol, una pinta de cerveza negra en el pub irlandés, una tarde un poco triste y una noche eufórica. Al principio le pareció que ella no se había ido del todo. Siguió durmiendo en su lado de la cama y dejando vacíos los dos o tres cajones del armario en los que antes se desordenaba la ropa de ella. Escribió una lista de renuncias, ocho años de matrimonio dan para mucho, pensó. Pero tachó imposibles, se sinceró con sus ganas y sus desganas, y observó con atención los cinco únicos deseos de su soltería:

- Ver al Inter en Milán.
- Intentar acostarme con Mireia.
- No hacer nunca la cama.
- Cenar comida basura todas las noches.
- Contratar el Plus.

Le pareció insuficiente. Llamó a su mujer. Estaba comunicando.

viernes, 23 de octubre de 2009

Let it go

Es difícil dejar que las cosas se vayan.

Dejar que el verano se acabe, que el año se despida delante del televisor, con el champagne en la mano, que se pasen los 25 y luego también los 30, que una amiga se vuelva a Londres y otra a Singapur. Que te escriban un correo desde las profundidades del pasado y ya no duela. Que el amor se vuelva invisible. Que la euforia desaparezca, que el mar disminuya, que una película increíble se acabe, que los paréntesis se cierren, que el recuerdo de tu madre se borre cada vez un poco más, con sus ojos color miel y su vestido amarillo y negro. Que la rutina se rompa y también que los cambios se interrumpan. Que los bebés empiecen a ser niños.

El zen dice: el secreto está en el agua. Observa, vive, sumérgete, déjalo marchar. No te aferres, no pelees, no luches. Míralo pasar.

Pero no hay nada más difícil que dejar que alguien se vaya, con todo el dolor del corazón, sin zancadillas del alma, sin tristeza, sin súplicas, sin intentar retenerle. Decirle: Sigue tu camino.

Y después nada más, meter su toalla en la lavadora y vestirte para coger el autobús de las 9.

Despedidas

- No quiero que te vayas.

En el peor momento a Marina le salió esta frase, casi sin querer, y después no pudo dejar de decirla, mientras el metro llegaba, se iba y volvía a llegar. Sentía que estaba repitiendo una conversación tan vieja como el mundo. El hombre parte, la mujer suplica. Sentía que no tenía derecho. Sentía que se iba a arrepentir. Sentía que estaba bombardeando los cimientos de las ruinas de un comienzo. Sentía que estaba sola en el drama. Sentía que tenía que dejar de hablar, “por favor, basta ya”, sentía que no quería ser esa mujer, la memoria de todas las otras, la voz de la prehistoria. Sentía que no podía resistir una despedida más. Sentía que era culpable.

- No quiero que te vayas. No quiero que te vayas.

martes, 13 de octubre de 2009

Palabras cruzadas

- ¿Por qué eres periodista?
- Porque la vida me produce muchísima curiosidad.
- ¿Qué es la curiosidad?
- La búsqueda del otro lado del espejo.
- ¿Cómo funciona?
- Abres una puerta, entras, miras, encuentras otra puerta. Abres, descubres, encuentras otra puerta....
- ¿Hasta cuándo?
- Para siempre. Las búsquedas no se terminan, se encadenan.

martes, 6 de octubre de 2009

Love, actually

- Toc toc
- ¿Quién es?
- Soy el amor.
- ¿A qué vienes?
- A buscarte.
- ¿Para qué?
- No lo sé
- ¿Cuándo?
- Ahora.
- ¿Por qué a mí?
- Porque así me lo dijeron.
- ¿Qué me ofreces?
- Incertidumbre
- ¿Hasta cuándo?
- No lo sé.
- ¿Alguna promesa de felicidad?
- Alguna.
- ¿Seguridades?
- ¿Es que no me escuchaste? Soy el amor.
- ¿Contraprestaciones?
- Ninguna.
- ¿Efectos secundarios?
- Casi todos.
- ¿Hasta dónde piensas llegar?
- Hasta el final y el principio y el fondo de un mar infestado de estrellas.
- Si es así, ven, pasa, no te quedes en la puerta esperando. Me gustan las opciones radicales.

Inmortales


Este niño rubio, con pajarita roja y pinta de pardillo, que camina de un planeta a otro sin rumbo fijo, inspiró a los dueños de un restaurante de Londres, que lleva, o al menos llevaba, su nombre: "El principito".

Yo fui una vez allí, hace 14 años, con un hombre de ojos verdes que no creía en las flores ni en las estrellas, pero sí en el amor. Aunque el padre intelectual del niño (Saint Exupery) se cayó de un avión en mitad de una vida muy corta, parece que el crío es inmortal.

El hombre de ojos verdes, en cambio, ha aprendido a disfrutar de las flores y las estrellas con el paso del tiempo, pero ya no cree en el amor. Ojalá los relatos lunares de este blog o de cualquier otro le hagan cambiar de idea.

Llegadas y salidas

- ¿Quién llega?
- El otoño, aunque no parezca, las escapadas de fin de semana, las botas altas, los calcetines, el tráfico, los niños de uniforme, la sensación de comienzo, los domingos por la tarde en el suelo del salón, tumbada.
- ¿Quién se va?
- El agua, la piscina, las terrazas, las noches semidesnudas frente a la luna llena, los reencuentros de piel morena a piel quemada por el sol. El calor.
- ¿Nos gusta el otoño?
- Nos gusta el presente, aquí y ahora.

Llegadas

- Cuéntame.
- No tengo nada que contarte.
- Algo habrás hecho, algo habrás aprendido, en algo habrás estado metida todos estos meses.
- He estado en muchos lugares, he conocido gente y he sido muy feliz, pero ahora todo eso se me ha olvidado.
- ¿Cómo puede ser?
- ¿No lo hueles? Ya llega el invierno.

Estrellas

El camión de la basura se paró en el cruce de las calles Antracita y Bronce. Ya habían dado las dos de la mañana y la noche era fría y sin luna, las nubes se escurrían en la oscuridad como si el cielo fuese un enorme desagüe, el desagüe del mundo. Las luces de las ventanas permanecían apagadas y el viento arrastraba la arena de las obras cercanas, de los edificios construidos sólo a medias en tiempos de bonanza económica. El conductor del camión se bajó, encendió un cigarro y se adentró en el parque cercano, al lado del Planetario. El vehículo todavía en marcha descargó una tonelada de estrellas. "Mariposas de luz", pensó Luna desde su cama-cuna, en los brazos de la madre. "Estrellas fugaces", me dije yo.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Siempre serás el primero, quizás el más importante, pero ya no serás el último.

martes, 22 de septiembre de 2009

Enseñanzas

"Voy a vivir profundamente este instante. Si no soy yo, quién; si no es ahora, cuándo; si no es aquí, dónde; si no es de esta manera, cómo". (Alejandro Jodorowsky)

Una novela

"Uno siempre está más cerca cuando no se queda quieto" (Hanif Kureishi)

Con sordina

Amor atenuado. Como un piano con sordina. Ni demasiado alto ni demasiado bajo. Atenuado. Durante años. Una cárcel de oro que un día rompí. El precio es la soledad, a veces. No traiciones a nadie, sobre todo no te traiciones. Sal.

La realización zen

Vacío en la mente, lleno en el corazón, creativo en el sexo, próspero en el cuerpo.

Otra frase

"Para demoler, hay que demoler hasta las ruinas" (Rimbaud) Si empiezas, empieza desde cero. Si apagas la luz, que sea de noche. Si te caes, tírate al vacío. Si rompes, desgarra. Si tiemblas, ten mucho miedo. Si te desnudas, vacíate. Si llueve, quédate al descubierto.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Una frase

“Para mí sólo los caminos que tienen corazón” (Carlos Castañeda)

lunes, 14 de septiembre de 2009

"Nunca tuve suerte con las mujeres, soporto con resignación una penoso joroba, todos mis familiares cercanos han muerto, soy un pobre solitario que trabaja en una oficina pavorosa. Por lo demás, soy feliz". (Enrique Vilas-Matas, "Bartleby y compañía")

viernes, 11 de septiembre de 2009

Érase una vez

Creo en las ranas que se transforman en príncipes, pero todavía creo mucho más en los príncipes que se convierten en ranas tras un beso de amor. Ranitas verdes, pegajosas, mimosas y suplicantes que ya no impresionan, anfibios de andar por casa, vamos.

Moon Baths

Hay algo mejor todavía que quedarse atrapado entre la luna y New York City, y es quedarse atrapado entre la luna y Madrid City, un lunes por la noche, la ventana abierta, 20 grados y la una y media de la mañana, que es cuando la luna se coloca estrategicamente encima de mi almohada.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Otra canción, jazz

"And her tears flowed like wine" (Anita O’Day)

Una canción

"Te vi, juntabas margaritas del mantel, ya sé que te traté bastante mal, no sé si eras un ángel o un rubí. O simplemente te vi. Te vi. Saliste entre la gente a saludar, los astros se rieron otra vez, la llave de mandala se quebró o simplemente te vi. Todo lo que diga está de más". (Fito Paez)

lunes, 31 de agosto de 2009

La memoria

Dicen los neurólogos que la memoria es más selectiva de lo que pensamos. Se queda sólo con lo importante y con lo nuevo. Por eso, la rutina acorta la vida y los viajes la alargan. Nosotros somos dueños, según queramos enchufarnos o desenchufarnos a la intensidad, de nuestra propia máquina del tiempo. No está mal, ¿verdad?

viernes, 28 de agosto de 2009

Despierta

“Sólo me arrepiento de una cosa: no haber sido feliz” (Jorge Luis Borges poco antes de su muerte) Yo también me arrepiento de haber estado dormida durante los últimos diez años. Pero me alegro de estar tan despierta como el buda del sol, si es que existe.

martes, 11 de agosto de 2009

La ciudad del Norte

Una tarde me di cuenta de que mi Ciudad del Norte no está en el Norte. Fue cuando le conocí a él, tan rubio, tan vikingo, tan pantalones cortos y sandalias a 20 grados de temperatura (exterior). Exterior a nosotros al menos (interior). La interior siempre fue tropical. El hombre del pelo ondulado y rubio, el hombre de un metro noventa y tres, me convirtió ya para siempre en la mujer de la Ciudad del Sur. Con sus 19 desventajas diarias y sus 500 ventajosísimas noches.

Plurilingüismos

Lucía se despereza en alemán, discute en inglés y se enamora en italiano. Pero dormirse, sólo se duerme en argentino. Cosas de la lengua materna.

Un comienzo

Érase una vez un escondite. Érase una vez una buscadora. Érase una vez una estrella fugaz difícil de atrapar. Érase el encuentro imposible de una mujer de cabellos largos con un hombre en proceso de huída. En el agujero negro más azul del mundo.

Una petición

Recuerda que tengo que olvidarte, así que deja de asomarte a mis sueños.

viernes, 7 de agosto de 2009

Locura

Un amigo dice que la locura es una elección. Sí, ya sé que la ciencia psiquiátrica no está de acuerdo con él, pero el padre y el abuelo de Brice son esquizofrénicos, así que él sabe muy bien de lo que habla. La locura, ¿será una elección?

miércoles, 5 de agosto de 2009

Una foto. Perú 2009


En la plaza del mercado de Cusco, en Perú, las cañas de azúcar recuerdan a bambús varados. El chocolate se ofrece a los viajeros que se preparan para adentrarse en el Camino Inca. Cuatro días, cuatro noches hasta llegar a la ciudad sagrada, Machu Picchu. La fruta sabe a piña, naranja y mango. Las noches y los días se suceden a más de 3.000 metros de altitud y la gente vive en las nubes, en el techo del mundo. El día de Todos los Santos el mercado es más mercado, los peruanos beben cerveza Cusqueña y comen cui, el plato estrella de las fiestas. Nando, allá al fondo, con camiseta azul (¿le veis?), le pide a su madre un globo de colores.

Improvisando

"La improvisación es la manera más precisa de trabajar" (Arik Levy, diseñador)

Aclaraciones

Me iría ahora mismo al Paraíso si supiera que estás allí. Al infierno, perdóname pero esta vez no te acompaño.

Una historia

A Mario le gusta María Martín. Por sus pecas, porque tiene el pelo rizado, porque el uniforme del colegio le llega justo a la altura de las rodillas y los calcetines, tan cortitos y azules, sólo a los tobillos. Porque le encantan las piruletas de corazón y los caramelos de color rosa. Porque su padre viene a buscarla todas las tardes a las 5 y se dan un abrazo y María le dice: “Papá, te eché de menos”. Porque sus nombres, M y M, son simétricos y paralelos y Mario piensa que fue el destino el que les unió. Porque es más bajita que las niñas de su clase y también más tímida. Aunque ella tenga ocho años y él seis, aunque ella no sepa ni siquiera que existe, aunque sus poesías de amor, anónimas y arrugadas en bolas de papel, la hagan mirar en dirección a Pedro, el chico más guapo de su curso.

viernes, 31 de julio de 2009

Un lema

"Frente al pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad" (Gramsci)

jueves, 30 de julio de 2009

Erase una vez...

Ayer Amalia intentaría ver "El coche fantástico", pero quizás se quedó dormida justo antes. Quizás se le cerraban los ojos mientras la serie empezaba. Ella subía el volumen para alejar la tentación del sueño. Su serie favorita, el jueves por la noche. Recordó los calamares fritos de Alicante y los helados de leche merengada y los granizados de limón. Y las manías de su psiquiatra, que le cambió la medicación justo cuando estrenaban la serie.

domingo, 26 de julio de 2009

Una frase

"Somos soldados derrotados de una causa invencible". (Pedro Casaldaliga, Teología de la Liberación). Derrotados porque todavía existen los cuchillos afilados y la maldad. Pero irrenunciable la causa. La de la vida.

viernes, 24 de julio de 2009

Una foto


Más que el fin del mundo, era el principio. Siempre me pasa en América.

jueves, 23 de julio de 2009

Declaraciones de amor

"Yo era Robinson Crusoe hasta que descubrí sus pasos en la arena" (Jack Lemmon en "El apartamento")

Love in the asylum

Una vez alguien me envió este poema en una carta, fotocopiado, en italiano y en inglés. Me costó mucho traducirlo y después entenderlo. Me ha acompañado durante años.

Ha venido una extraña
A compartir mi cuarto en esta casa, mal de la cabeza
Una chica loca como los pájaros

Acerroja la noche de la puerta con su brazo su pluma
Reducida a su cama perpleja
Burla con nubes invasoras la casa a prueba de paraíso

Y burla con sus paseos el cuarto de pesadilla
A sus anchas como los muertos
O cabalga los océanos de ensueño de las salas de hombres.

Ha llegado poseída
La que admite la burla de la luz a través de la pared que rebota,
Poseída por los cielos

Duerme en su estrecha tumba pero pasea por el polvo
Si bien rabia a voluntad
Sobre las tablas del manicomio gastadas por mis paseos de lágrimas.

Y prendido por la luz en sus brazos al largo y querido fin
Podré sin desfallecer
Sufrir la visión primera que prendió fuego a las estrellas.

(Dylan Thomas)

martes, 21 de julio de 2009

Realidades, percepciones

- "El cerebro se ha construido en el mundo y ha reconstruido el mundo a su manera dentro de sí, por lo que el mundo está en nuestro espíritu, que a su vez está en el mundo". (Edgar Morin, El Conocimiento del Conocimiento).

- En 1984, los científicos John Wheeler y Wojcieck Zurek, en su obra Quantum Theory and Measurement, señalaron que "son necesarios los observadores para dar existencia al mundo" e inauguraron las inquietantes posibilidades de la física cuántica.

- Matrix, Blade Runner, Un mundo feliz, la caverna de Platón. ¿Lo que vemos es sólo una sombra distorsionada de la realidad? ¿La vida es sueño, lo real no existe fuera de nuestros pensamientos?

No hay respuestas, pero sí maravillosasa preguntas, posibilidades y puertas abiertas.

Lo de todos los días

- Y ahora que ya me has explicado lo malo, cuéntame, amigo, en estos 8 años de distancia, ¿qué ha habido de lindo?
- Lo de todos los días. Los amigos, el trabajo, los sábados por la noche, una cerveza en verano, un café después de comer, los compañeros de trabajo, mi casa, correr, dibujar, leer. Lo bonito es lo de todos los días.

miércoles, 8 de julio de 2009

Oscar

Oscar Wilde es ese conocido escritor gay famoso por dos cosas: deformarnos al pobre Dorian Gray y decir frases increíbles. Éstas son mis favoritas :

- "A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante."
- "Dad una máscara al hombre y os dirá la verdad".
- "Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho."
- "El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia."
- "El que vive más de una vida debe morir más de una muerte."
- "Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar o ser un miembro útil de la comunidad."
- "La realidad no debe ser más que un telón de fondo."

Y mi favorita : "La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella." Advertencia: Aplicada al amor/deseo, puede tener desastrosas consecuencias.

Helados de leche merengada

Cosas que hacen que la vida merezca la pena: picar unas croquetas de jamón en una terraza de Las Vistillas, en Madrid, puesta de sol, 10 de la noche, la Plaza de Oriente a la derecha, La Latina a la izquierda, y una conversación que se prolonga durante horas. Es la 1, de nuevo dormiré poquísimo y no me importa. Pidamos un helado de leche merengada para estirar la noche.

lunes, 6 de julio de 2009

Intuiciones

- No creo en la magia. Todas esas cosas, el Tarot, las energías, las señales, los pensamientos positivos… no son más que supersticiones de abuelas. No creo en nada que no se pueda comprobar. Lo que no entendemos todavía, la ciencia lo explicará en algún momento. No existe el destino, sólo las casualidades, el azar, el absurdo.
- ¿Y la intuición ?
- Por supuesto, soy un hombre intuitivo, es una parte importante de mi profesión, soy médico.
- ¿Y qué es la intuición para usted ?
- Pues.. mmm… no lo sabría explicar. Usted es periodista, señorita, ¿qué opina?
- Que la intuición es la magia del pensamiento. No se puede intuir lo conocido, se presiente lo que no se sabe. Se presiente lo que no se ve. Opino que empeñarse en ser sólo barro, sin soplo divino, es demasiado triste y demasiado feo. Prefiero el polvo enamorado de la poesía, y las supersticiones de abuela.

viernes, 3 de julio de 2009

Palabras que empiezan por Lu

- Luz. Se hizo la luz. Es un buen comienzo.
- Luna, qué linda.
- Lucernario. ¿De dónde te salió ese palabrejo ?
- Lubricación. ¿En qué estás pensando?
- Lucha. Uy, sí, qué horror.
- Lutero. Qué culta, chica.
- Lucerna. La ciudad suiza, muy bonita, ¿recuerdas cuando fuimos ?
- Lucubrar. No, no, eso es elucubrar.
- Lucir. Muy latin american way of life.
- Luxación. Uf, qué feo.
- Lunar. Se dice nei en italiano, me encantan en el cuello de hombres atractivos y fácilmente mordibles.
- Lupanar. Órale
- Lulila. Como el dibujo animado, extraterrestre, que manda en España a los niños a la cama, me gusta.
- Lujuria. Veo veo. ¿Dónde la ves ? En tus ojos, princesa.

miércoles, 1 de julio de 2009

Reality bites II

Buzz Lightyear se da cuenta de que es sólo un juguete.

martes, 30 de junio de 2009

Sólo para nostálgicos de los 80

Love of my life, can´t you see. Bring it back, bring it back, don´t take it away from me because you don´t know what it means to me. Hurry back, hurry back, don´t take it away from me because you don´t know what it means to me.

(Queen)

Sólo para soñadores nocturnos

Nightswimming deserves a quiet night.

(REM)

Una frase

"Para contar la realidad es necesario haber atravesado el abismo del infierno y tener el talento de la belleza" (Roberto Saviano, El País, parafraseando a Camus)

viernes, 26 de junio de 2009

Infatuation

- ¿Qué significa que me enamore constantemente del primero que pasa?
- Que te recuperaste, que volviste a ser la que eras a las 15 años. Que te interesa de nuevo la vida.

Mi primera vez

Parece ser que hay que probarlo todo aunque sólo sea una vez en la vida. Esta teoría, pelín peligrosa, no hace falta tomársela al pie de la letra. Hay que empaparse de su espíritu solamente. Empapadísima, me fui en París al Café Temeraire para que me leyesen por primera vez el Tarot. Es difícil descubrir tu futuro en francés rodeada de desconocidos y con muchísimo sueño. Pero hay buenas noticias. Parece que voy a encontrar el amor si consigo deshacerme de todos los pendejos que han pasado por mi vida en los últimos años. Bueno, sí, estoy de acuerdo, de acuerdísimo incluso. Una vez que lo haya conseguido y supere esta encrucijada vital, entierre los fantasmas de hombres claros de ojos verdes y barbitas de medio pelo, y me decida a avanzar, en cuanto deje de mirar al género masculino con mi increíble escepticismo basado, parece ser, en mis propios prejuicios y no en la realidad, alguien me espera. ¿Cuándo? Bientôt, muy pronto. ¿Quién? Un homme vieux et savant qui va t´apprendre le vrai amour, arrete avec les enfants, s´il te plaît, Amaia, c´est fini avec les enfants. Tendré que resignarme a la belleza. Que venga entonces mi sabio envejecido, el ermitaño del Tarot. Le espero, te estoy esperando.

jueves, 25 de junio de 2009

Mano a mano

Estábamos muy lejos de todo, o al menos muy lejos de mi casa. Al otro lado del océano y del mundo. Llevábamos horas parados en la carretera que se asoma al final de Perú. Tan altos nos encontrábamos que el cielo parecía formar, por una vez, parte de la tierra, unido a nuestras manos congeladas, nuestros ojos mojados de sueño, nuestra esperanza en llegar, aunque sea tarde. Llegar. El lago au bout de la nuit, al otro lado de la noche. La frontera. A nuestro lado, turistas sobre todo, pero también gente del país atrapada en el camino. Sin abrigos North Face, eso sí, sin botas, sin tiempo. El autobús tuvo que atravesar él solo el puente de madera quemado por los manifestantes. Manifestantes con ponchos de lana, semi descalzos, con bebés a la espalda, que hablaban de justicia. Imposible dudar de sus razones. Los desheredados siempre tienen razón.

Atravesar el puente inseguro, a pie, a la una de la mañana, bajo la luna tumbada y carcomida. Con ganas de que un hombre europeo me dé un abrazo. No se lo pido, no me lo da. En cambio ella habla, entre la manada de gente que sortea en la oscuridad las tablas de madera, con su tela multicolor de alpaca rodeándole los hombros, y un sombrero en la cabeza. “Que alguien me agarre de la mano, tengo miedo”. Le dije: “Yo, señora”. Y cruzamos las dos al otro lado del tiempo con las manos bien apretadas hasta llegar a la orilla. Mi autobús y su carro desvencijado nos esperaban al final del río. Nos separamos. No sé su nombre, pero espero que le vaya bien y que aquella noche llegase a su destino.

Teorías de Medianoche

« No creo en el amor que no transforma », soltó Larissa en mitad de la noche boliviana. « El verdadero amor te cambia siempre, te convierte en una persona diferente en apenas un día o un mes ». Tiene razón Larissa. Yo tampoco creo en los encuentros que no lo ponen todo patas arriba, ni en los viajes que no te llegan al corazón. « Deja que el mundo te cambie y después podrás cambiar el mundo », Ernesto Che Guevara.

miércoles, 3 de junio de 2009

Deseos

"Un deseo muy intenso es una profecía que tarde o temprano acaba por cumplirse" (El Corto Maltés)

martes, 2 de junio de 2009

Amores transfronterizos

A veces soy una pesadilla para mi psiquiatra. El doctor Fregato está empeñado en que me gusten los hombres españoles que viven en mi ciudad. Quiere ponerle punto final al amor transfronterizo.

- A ver, señorita, hagamos una prueba. Pensamiento automático. Un, dos, tres, responda otra vez y sin darle muchas vueltas. Verá cómo la convenzo. Esta técnica se llama afirmación reversa y ha tenido muy buenos resultados en el campo de las psicosis leves. Dígame, desventajas de que su novio viva en su misma ciudad, ya verá qué pronto acabamos.
- Te puede pillar con otro tipo por la calle.
- ¿Eh? ¿Eso es lo primero que se le ocurre?
- Perdón, pero tenía que ser automático, ¿no?
- Sí, en fin, sigamos, señorita.
- Si te deja, seguro que te lo encuentras feliz en todas partes, mientras que si vive en Honolulu, por ejemplo, puedes imaginar que está llorando en su casa por el error que cometió (al dejarte, claro).
- Es el colmo. Le hablo de un supuesto novio y lo primero que le viene a la cabeza es una ruptura.
- Bueno, lo segundo; lo primero siempre son los cuernos.
- Ejem, sigamos, sigamos. Más desventajas, ya no le debe quedar ninguna.
- El idioma.
- ¡Pero si sería el mismo que el suyo, oiga!
- Por eso, así hay menos posibilidades de un malentendido.
- ¿Y?
- Los malentendidos son la base del amor, como todo el mundo sabe. El amor comienza siempre con un tremendo error. Piensas que el hombre que tienes enfrente es maravilloso. Y él te ve como una dulce princesa con aliento de fresa. Todo parecido con la realidad es pura coincidencia, como verá.
- Eso es muy discutible.
- Todo es discutible, señor Fregato, todo es discutible. Tengo otra.
- ¿Cómo, señorita?
- Otra desventaja de ligarse a un chico local. No puedes ir a buscarle al aeropuerto, y lo que es más importante, no puedes ir a despedirle al aeropuerto.
- ¿Perdón?
- Es muy fácil. Cuando estás empezando a darte cuenta del tremendo malentendido, lo mejor es poner kilómetros de por medio. Veinte días de separación y abstinencia sexual hacen milagros. Cuando el novio en cuestión regresa, vuelves a no enterarte absolutamente de nada. El amor se alarga, ¿comprende?
- Empiezo a tener dolor de cabeza, señorita.
- Uy, tengo otra ventaja.
- Verá, vamos a dejarlo. Ya le he hecho el diagnóstico. Es usted, hoy por hoy, un caso perdido. Mi consejo es: váyase a Honolulu y consígase un nativo.
- Me lo temía. Ya había comprado el billete. Muchas gracias, señor Fregato, ¿me dice cuánto le debo?

Encuentros (I)

En la Puerta del Sol de Madrid. Por la tarde, un día cualquiera. Un hombre joven me para en la calle. Acento extranjero, juraría que francés. Alto, castaño, guapo.

- Pegdón, ¿eres la chicá de la guitagga flamenca?

Las cosas que le preguntan a una en la vida.

- No, te equivocas de persona.
- Ah, pegdón.

Avanzo. Me agarra del brazo y me detiene.

- Ahora voy a mi país, peggo cuando vuelva a Madggid, ¿cómo puedo veggte?
- No puedes, no quedo con desconocidos.

Las cosas que se pierde una en la vida por seguir los consejos de su madre, o por reaccionar demasiado tarde a las proposiciones indecentes.

lunes, 1 de junio de 2009

Renglones torcidos

En la piscina de Acacias el agua está todavía fría y a las 11 de la mañana, el último domingo de mayo, casi no hay nadie. Sobre el pareo brasileño Laura mira el cielo con los ojos entrecerrados y siente las gotas de agua descender de su pelo a su frente, de la frente a las mejillas, el cuello y la nuca. En el iPod suena One, de U2. You too, tú también, Laura, para ti también llegó, aquí está: una bicicleta y un vestido blanco y un bikini rosa y un romance en la punta de los ojos. You too. Aunque Dios escriba con renglones torcidos, a veces el amor se empeña en corregirlos.

Una frase

"Nunca he creído en los agoreros ni en los pesimistas" (un amigo en un café de Argumosa, hablando de la crisis, del amor, del futuro). Yo tampoco, pero es bueno oírlo de vez en cuando. Gracias

miércoles, 27 de mayo de 2009

Wake me up

Una escena de "Belleza robada".

I wait
I wait so patiently
I´m quiet as a cup
I hope you´ll come and rattle me.
Quick! Come wake me up.

lunes, 25 de mayo de 2009

Here and now

“Yo prefiero una verdad que duele a una mentira que calma, pero cada uno puede preferir el opio de la ilusión a la realidad. Mi reproche a la ilusión es enemistarnos con la única certeza que tenemos: la vida es aquí, aquí y ahora”. Michel Onfray, “Tratado de ateología” (de trincheradigital.com)

Aquí y ahora. Esta noche sin estrellas, este pedazo de tierra, estos labios y no otros, los míos, este momento que nunca volverá a ser el que es, estas palabras de ti a mí que se mezclan en el aire, estos minutos largos como siglos y cortos como el tic tac del reloj. Estas alpargatas que acarician las aceras del mundo, este billete de avión en la palma de la mano, esta sensación de aventura, de comienzo, de búsqueda, el planeta abierto, la entrada al laberinto. Esta noche. Esta manzana en la punta de los labios, este segundo de calma, la hierba del parque cercano en la planta de los pies. Esta tormenta que casi rompe el cielo, la lluvia y el llanto, esta felicidad tan tonta y tan improbable, sin razones. Esta tarde de domingo y esta mañana de lunes que nunca se repetirán. Este presente tan radical y tan bello que me mira a los ojos. Sin pestañear.

Deshojando Margaritas

El tercer margarita puede hacerte ver doble, doblemente claro. Cosas del tequila.

- Yo quiero, yo estoy preparada, yo sé lo que necesito: el amor estable y definitivo. Ahora sí, ahora lo sé, se acabaron las tonterías, se acabó jugar con hombres tipo estrella fugaz.
- ¿Estás segura?
- Sí
- ¿Estás preparada para llegar?
- ¿Qué quieres decir?
- ¿Estás lista para terminar la búsqueda? ¿Para encontrar lo que llevas años explorando. Para dejar de salir, pensar, disertar, interrogarte? Asumir que la noche no esconde ningún encuentro, ni ahora ni nunca, no fantasear, no darle más vueltas a las esquinas del mundo, congelar los frentes abiertos, salir de la trinchera, aceptar que eso era, él era, sin posibilidades en el aire, sin guardar cartas, sin retener teléfonos ni nombres. Cerrar el resto de las puertas, aterrizar los sueños en un cuerpo, un rostro, unos ojos y nada más. Llegar al final del camino y contarte tu vida de memoria, como una novela ya escrita. ¿Estás preparada para encontrar el amor definitivo?
- Creo que a eso le llaman madurez emocional. Me lo dijo mi psiquiatra.
- A eso también le llaman resignación. Me lo dijo Dylan Thomas. Tú, ¿estas preparada?
- ¿Me pides el cuarto margarita, por favor?

jueves, 21 de mayo de 2009

Instrucciones para disfrutar de la primera noche de verano

- Asegúrese de que realmente es verano. Abra la ventana de su casa y confirme que la temperatura apenas desciende de los 25 grados. A las 10 de la noche.
- Pase del calendario. De acuerdo, es 20 de mayo, pero podría ser perfectamente agosto. Descarte chaquetas, medias y botas.
- Rescate el vestido más corto que encuentre y afronte la desnudez del 2009 ante el espejo. Anímese. No está usted nada mal.
- Rece para que sea sábado. Y si resulta que es miércoles, encuentre un plan, el que sea. Llame a una compañera de trabajo, acuda a una fiesta de prensa en el centro de Madrid, y tómese un Gin Tonic con pepino y pétalos de rosa.
- No llegue a casa antes de la una de la mañana y pasee durante media hora por La Latina, con los tacones bien altos, entre las piedras de la acera, sintiendo que la noche le besa los hombros desnudos. El cielo poblado de estrellas.

martes, 19 de mayo de 2009

El diablo se viste de Prada (versión española)

A. Ataques de sinceridad: "Me encantaría poder permitirme la vida que llevo" (periodista de belleza desde el jacuzzi de un hotel 5 estrellas, invitada por una firma de cosméticos)

B. Una conversación cualquiera: "En Nueva York cojo constantemente el metro, pero aquí, en Madrid, no sé, como que me da asco" (estilista de moda)

C. Un consejo de redacción:
- Podríamos entrevistar a Bono, que está de gira por España en verano.
- ¿El marido de Tina Turner? (conocida ex redactora jefe de cultura de conocida revista femenina).

D. Una mujer desesperada: "Si no me mandan a los desfiles de París, ¿dónde voy a comprarme la ropa de invierno?" (estilista de moda)

Traducido literalmente de la realidad. Continuará...

domingo, 17 de mayo de 2009

Adioses

"Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, estas cenizas no juegan con fuego, este ciego no mira para atrás; este notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré; ahórrate el acuse del recibo, estas vísperas son las de después. A este ruido tan huérfano de padre no le voy a permitir que taladre un corazón podrido de latir. Este pez ya no muere por tu boca, este loco se va con otra loca, estos ojos no lloran más por ti." (Joaquín Sabina)

Paraísos artificiales

- ¿Te vienes conmigo al Paraíso?
- ¿Hay vuelos directos?
- No, todos hacen escala en Roma y Bali.
- Entonces no sé, odio los aviones.
- No te preocupes. Los vuelos al Paraíso tienen un sistema anti pánico especial. Nadie nunca jamás lo ha pasado mal.
- ¿Hay que vacunarse?
- No, en el Paraíso no hay enfermedades, ni siquiera las más comunes.
- ¿Es un lugar seguro?
- Es el país más seguro del mundo.
- Entonces será una dictadura de ésas en las que te meten en la cárcel hasta por respirar, y yo no financio con mi dinero ese tipo de gobiernos.
- No, no, tiene el sistema político mejor del mundo.
- ¿Visado? Porque ya vamos tarde.
- No hace falta, todo el mundo está admitido.
- No sé, me parece demasiado bueno. Seguro que es un timo. Tú pásame la información por mail y ya te contesto la semana que viene.
- Es que hay muy pocas plazas, es una oportunidad única.
- Eso lo dicen siempre para meter prisa, qué ingenua eres.
- Como quieras. Perdona, Eva, una pregunta, ¿a ti te gustan las manzanas?
- Muchísimo, me encantan.
- Ya, eso me parecía.

martes, 12 de mayo de 2009

Reality bites


- Es una puerta de entrada.
- No, no, es una puerta de salida.
- Pero ella entra, sonríe.
- Porque no sabe lo que hay detrás.
- ¿Qué hay ?
- Un templo
- ¿Y qué más?
- Un monje vestido con una túnica naranja delante de piedras milenarias carcomidas por la selva.
- ¿Dónde ?
- En Angkor, Camboya, después de la guerra.
- ¿Qué hace allí ?
- Busca una respuesta.
- ¿Cuál es la pregunta ?
- Ella no lo sabe.
- ¿Qué ve ?
- Que el monje parece rezar, así que ella se acerca, intuye el final de su búsqueda, espera las sabias palabras del budismo, se concentra, se funde con el cielo, el suelo, la rueda del tiempo, el Tarot, la distancia, el viaje todavía sin terminar, el borde del misterio.
- ¿Qué le dice el hombre religioso ?
- Nada. En la calma del atardecer, alejado de los ojos de los turistas, se corta las uñas de los pies.

lunes, 11 de mayo de 2009

Chavela Vargas, 90 años

- Entonces, ¿no se puede ir a una escuela a aprender el arte, a buscar el duende?

- Es imposible. Es inútil perseguir el duende. No lo puedes comprar. No lo puedes alquilar.

- ¿Ni simular?

- Nada, nada. O es natural o el público se da cuenta. Y yo me siento muy contenta. He cumplido una misión. Con mucho gusto. No forzada. Con amarguras a veces. Con dolor más que nada. Pero eso pasó. No dejó cicatrices en mi vida. No tengo malos recuerdos. Todo ha sido bellísimo.

(De la entrevista de Chavela Vargas este domingo en El País)

Ojos negros

En la película "Ojos negros", Marcello Mastroianni recuerda la nana que le cantaba su madre cuando era piccolo, mientras recorre Rusia en un carro de madera. Muy pocas veces el cine se convierte en poesía.

Mastroianni: "Avanzábamos por aquella tierra húmeda, acompañados por el sonido del cascabel que colgaba del carro. Yo en sueños veía a mi madre, escuchaba su voz y por primera vez, después de tantos tantos años, no sentía el peso de mi conciencia".

jueves, 7 de mayo de 2009

El río sagrado


En Benarés – Varanasi, en la India, hay que despertarse a las 4 y media de la mañana y no desayunar. Es necesario vestirse de colores claros. Se aconseja dejar el hotel a las 5 de la mañana y unirse, a pie, con la marea de gente que se dirige al Ganges. Muchos van descalzos. Hay animales, hay niños muy pequeños, hay hombres espirituales semi desnudos, hay mujeres que se acercan al río a lavar la ropa, hay familias que queman a sus muertos en barcas que después arrastra la corriente. Cuando aparece el río al final de la calle, amanece. Los peregrinos se sumergen en el agua y recitan sus oraciones. Los colores se acentúan y el tiempo se detiene. Es sólo un segundo. El mudo deja de respirar. Todo se mezcla, todo es posible. Los ojos se convierten en ventanas incapaces de registrar tantos colores, el caos, la locura. La vida a la vista, el mundo expuesto y cargado, sin embargo, de secretos.

Luna Lunera


Luna tiene cinco años, los ojos marrones, la cara redonda y blanca, un poco pecosa, el pelo castaño tirando a rojizo que le cae hasta los hombros. A Luna le encanta pasear por la orilla del mar y pararse delante de cada piedra y de cada concha, aunque haga mucho frío y yo le llame desde la orilla. “Bichito, ven ya, los pies se te van a convertir en dos cubos de hielo”. Es inútil. No porque Luna no sea obediente, que lo es, en fin, cuando quiere, sino porque si se concentra realmente en algo, cuando presta toda su atención a una cosa, no escucha ni ve ni sabe dónde está ni con quién. “La chirlita me está contando un secreto, Amaia, tengo que escucharla”. A Luna el mundo le apasiona, para ella es un gran baúl lleno de sorpresas que se renueva diariamente. Todo despierta su curiosidad, todo es un juguete, cualquier objeto guarda una historia.

Además es una niña valiente. Muy pocas situaciones le dan miedo. Mis advertencias le sirven sólo a medias. Lo suyo es el método empírico. Si la sopa quema, Luna tiene que quemarse. Si la tapia de piedra está muy alta, Luna debe experimentar el vértigo y el dolor en sus rodillas siempre llenas de heridas, y saltar. La opinión de los demás no le sirve. Los miedos ajenos no le tocan. Porque Luna es libre como el viento que tanto le gusta y no se guía por ninguna norma. Si le dejo vestirse sola, elige ropa de colores y la superpone, unos calcetines de rayas con un vestido a lunares y una chaqueta arco iris. Nada le da vergüenza, es tan positiva como los signos de exclamación, es una niña de acción, su amor por la vida es ilimitado.

El juego favorito de Luna es éste: enfrentarse al mundo cuando se intuye una tormenta. Asoma su cara entre los barrotes de hierro de la terraza y se queda de pie en mitad de la noche para que el aire le acaricie. Extiende los brazos y se deja mecer. Cierra los ojos. Es feliz. Nada le hace sentir mejor y su entrega es absoluta, virgen, intocada, inconsciente, pura. Da envidia verla. A veces le cojo la mano durante esos minutos y me dejo contagiar por su energía, nos mezclamos con la oscuridad y con el mundo. Somos dos cometas. Somos invencibles.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Una frase

"En la vida hay que seguir siempre, aunque sólo sea por curiosidad" (Martín Hache, Aristarain)

jueves, 30 de abril de 2009

Outsiders

Lo que más me gusta de la película de Benjamin Button es su defensa de la gente diferente, de los outsiders, los que se mueven en territorios mestizos, de los que se niegan a seguir el camino prefijado, de los que se empeñan en pensar. De los soñadores, de los optimistas, de los frágiles, de la gente que cambia y de la que se esfuerza por seguir siendo lo que es, lo que siempre fue. De los niños marginados en clase de gimnasia, de los buscadores, de los cazadores de estrellas fugaces, poetas, lunáticos. De los que han decidido vivir la vida como les da la gana. Sin puntos de partida ni de llegada. En mitad del camino.

lunes, 27 de abril de 2009

Presagios

Laura tenía la melodía en la cabeza desde hacía años. Desde hacía años la buscaba. Sabía que estaba asociada a una película, a una historia que le había impresionado en un cine a principios de los años 90. Sabía que había drama y erotismo, asociaba las notas a una pareja enlazada al borde del abismo. Eran sus únicas pistas. Primero pensó que tal vez se trataba de “Herida”, de Louis Malle, pero cuando por fin la consiguió en vídeo, decepción. Se había equivocado. Después recordó “El amante”, con la voz grave de Marguerite Duras: "A los 18 años ya era demasiado tarde". Las calles de Saigón y el sabor decadente de Indochina. Tampoco. Finalmente desistió. Durante años asoció aquellas notas al desamor, sin saber qué fibra de su subconsciente había quedado contaminada. Ni por qué imagen.

Hace diez días Laura compró el periódico un domingo por la mañana. Regalaban una película, “El cielo protector”. De pronto recordó, le vino a la memoria el día en el que fue al cine y se sentó con su novio, 16 años, en una sala de la Ciudad del Norte. Fue la primera vez que un chico la besó en la oscuridad. Fue la primera vez que reconoció el deseo físico en su cuerpo. Habían pasado 19 años desde aquella tarde.

Cuando introdujo la cinta en el DVD, allí estaba. La música, el drama, el erotismo y el adiós. Se dio cuenta de que la ruptura más dolorosa de su vida, muchos años después de la Ciudad del Norte, había sonado de la misma desgarradora manera. Malkovich y Debra Winger hacen el amor al borde de un precipicio, cerca de Tánger. Hablan del cielo protector y de que más allá se extiende lo desconocido. Y del tiempo limitado. Y del que parece infinito. Justo antes de algo terrible. Laura comprendió que la película fue un presagio que no supo interpretar, que se grabó en su memoria en forma de música para que no olvidase.

jueves, 23 de abril de 2009

Imanes

En mi frigorífico hay pegados varios imanes. La mayoría son cuadros que me gustan. Está Chagall, por ejemplo, con sus amantes y sus novias volando entre violines en un cielo azul oscuro. Están las flores y un campo de trigo de Van Gogh, una adolescente semi desnuda de Egon Schielle y también una de las típicas casitas de Ámsterdam que se compran en las tiendas de souvenir, un dibujo japonés, una pareja de vietnamitas amarillos vestidos de vietnamitas, y tres chapas que compré en un mercado de Shanghai, hace ya bastantes años. En estos tres últimos imanes, completamente blancos y cuadrados, simétricos, hay escritos varios caracteres chinos y debajo, en un tamaño más pequeño, su traducción al inglés: “Freedom”, “Happines” y “Wisdom”, la trilogía invencible de la filosofía oriental.

El orden correcto para mí sería Libertad para no ahogarse, para ser valiente y arriesgar, para cambiar, para intentarlo todo, para responsabilizarse y dejar abierta la puerta a lo imprevisible, Sabiduría para moderar los impulsos, para ver más allá, para encontrar el camino, y como consecuencia de todo eso, Felicidad.

martes, 21 de abril de 2009

Tic Tac


- Las vocaciones poéticas no hay que esconderlas.
- ¿Qué quieres decir?
- Hay que ser valiente para seguir un destino de poeta. No es fácil ser cazadora de estrellas.
- Es verdad.
- Las vocaciones gatunas tampoco se eligen ni son ningún chollo, si te sirve de consuelo.
- ¿Tu vocación es gatuna?
- Sí.
- ¿Qué significa?
- Uf... Por un lado soy una gata doméstica. Me encanta mi casa, mi espacio, que me dejen en paz, mi lugar, ronronear tumbada en el sofá los viernes por la tarde, después de remojarme en la bañera. Soy esquiva y un poco arisca al comienzo del amor o la amistad.
- ¿Lo eres?
- Sí, los desconocidos que por compromiso se cuelan en mi casa son un atentado violento contra mi intimidad. Tardo bastante en perdonarles. Pero por otra parte soy una gata callejera con tendencia a volverme salvaje. Me gusta por encima de todo mi libertad. Si intentan atraparme, huyo. Odio la rutina y la mediocridad, no soporto las mentiras. Soy coqueta y manipuladora. No hay nada que me guste más que romper las líneas rectas de la vida, abrir la ventana y escaparme por los tejados en las noches de luna llena, y ya puestos, también en las que no tienen luna.
- No eres fácil de domesticar.
- Durante unos meses o unos años, sí. Nunca para siempre. Llega un momento en que el reloj gatuno me empieza a sonar en el vientre y debo recomenzar la huída.
- ¿Ahora en qué fase estás?
- Tic Tac

Freud versus Jung

Parece ser que Freud murió entre espantosos dolores a causa de un terrible cáncer maxilofacial. Sin embargo Carl Jung, su más adelantado discípulo y más tarde colaborador, el que introdujo un poco de humanidad, alma, ética, poesía y divinidad en nuestro subconsciente, dejó la vida en su casa de campo suiza, diciendo: "Qué maravilla, qué maravilla". Tal vez nuestros pensamientos condicionen la realidad hasta límites que ni sospechamos. Yo, por si acaso, voy a intentar teñir mi imaginación de colores claros y escenas marinas.

viernes, 17 de abril de 2009

Una frase

"Cesa de definirte: concédete todas las posibilidades de ser, cambia de caminos cuantas veces te sea necesario". (Jodorowsky)

Se cierra el círculo

Ayer la niña más linda del mundo perdió mi anillo de plata. Sin querer. Se le cayó al estanque de las tortugas que desemboca en las alcantarillas de Madrid. Mi anillo de plata que compré hace un año y cuatro meses, en el preludio del amor. Full circle.

martes, 14 de abril de 2009

Ilimitado

"Como no sabemos cuándo vamos a morir,
llegamos a creer que la vida es un pozo inagotable.
Sin embargo, todo sucede sólo un cierto número de veces.
Y no demasiadas.
¿En cuántas ocasiones te vendrá a la memoria aquella tarde de tu infancia,
una tarde que ha marcado el resto de tu existencia,
una tarde tan importante que ni siquiera puedes concebir tu vida sin ella?
Quizás cuatro o cinco veces.
¿Y cuántas veces más contemplarás la luna llena?
Quizás veinte.
Y sin embargo, todo parece ilimitado".

"El cielo protector", Paul Bowles

Foto-poesía



“Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones… En vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas…” (Francesca Woodman, fotógrafa)

Que siga el misterio

Yeats decía que si intentas explicar un arcoiris, lo destruyes. Hay cosas que es mejor no entender. Ray Loriga, totalmente de acuerdo con nosotros, lo escribía este domingo en El País.

"Ahora resulta que no murieron por amor, ni Silvia, ni Mariano José, ni Cessare. Ahora una gente muy lista ha descubierto por fin la verdadera causa de sus males. Plath era bipolar, a Larra le dolía España, a Pavesse dos neuronas le pusieron la zancadilla en Taormina. Al final uno no es dueño ni de las razones de su muerte. La tristeza es confusión, el mal de amores se puede reproducir químicamente en un laboratorio de Wisconsin, el universo da vueltas en Bélgica, debajo de la hierba. También puede ser que seamos precisamente lo que no aparece en las radiografías. Eso que decía Foster que se perdía en la traducción. O las manos tan pequeñas de E. E. Cummings, que, gracias a su tamaño diminuto, desafiaban a todas las lluvias. Cuando Lawrence de Arabia se convierte en geopolítica, puede que de pronto el desierto ya no valga para nada".


lunes, 13 de abril de 2009

La antesala de la felicidad

Ayer Eduardo Punset, desde la tele, hablaba sobre el amor y sobre los seres humanos. Decía que tenemos que aprender a disfrutar de la espera y que la felicidad muchas veces está en la antesala de la felicidad.

Los minutos antes de una comida espectacular, cuando ya puedes oler la mezcla de especias y fuego que llegan desde la cocina. Las semanas antes del viaje de tu vida, cuando lees y planeas y te imaginas. Y todo es todavía posible. La hora anterior al primer beso, cuando empiezas a pensar a qué sabrá y cómo y si se decidirá, y los nervios se acumulan en el estómago igual que la risa fácil. Los minutos en los que te libras del vestido y te quedas en bikini y observas el mar por primera vez después de todo el invierno. Y casi sientes ya el tacto del agua en la piel.

La antesala del amor, un aeropuerto, el reloj sumando horas, la habitación de un hotel en la que entras por primera vez con la seguridad de que nunca la olvidarás, de que todo lo que va a suceder allí será memorable, la cama y las cortinas naranjas y el suelo de madera. Y aciertas.

El deseo aplazado, soñado, perseguido, fantaseado. Asiático. In the mood for love.

viernes, 10 de abril de 2009

Mariposas en la cabeza

Cuando me da miedo la soledad, y el futuro, y descubro tentadoras posibilidades de negro al otro lado del balcón, me gusta recordarte mientras dormías, hace tanto tiempo, el más lejano de los enemigos, la más linda de las promesas. Así exorcizo la noche. El tiempo llega pero dejo de oír sus pasos. Tic Tac. Ya no existe.

Excentricidades climáticas

En la Ciudad del Norte nadie sabe que ya estamos en abril. El tiempo serpentea y se pierde. Ayer la hierba era una inmensa cama en la que dormirse bajo el sol. Hoy ha nevado al lado de los molinos de viento. Es imposible sustraerse a la belleza. ¿Estará cambiando algo, después de todo, en la Ciudad del Norte?

Una frase

La felicidad es una alegoría, la tristeza construye historias (Leon Tolstoi)

martes, 7 de abril de 2009

Un paso de gigante

- Me gustaría decirte una cosa en este mismo momento, en la cama, siete de la mañana y el trabajo esperándome al otro lado de la ciudad. Tú que te vas al fin del mundo dentro de tan pocos días. A pesar de que no nos conocemos, aunque quizás nos hayamos intuido mutua y equivocadamente.
- ¿Qué me querés decir?
- Que hay una línea ética muy fina entre acostarse con alguien, besarle, decirle cosas lindas, cambiarle la bombilla de la lámpara y añadir que en los próximos muchos, muchísimos años, no estás preparado para una relación.
- ¿Por qué? Así está todo claro desde el principio, nunca te he mentido, y todo lo lindo que te dije, lo sentía.
- Es cierto, pero me gustaría que, la próxima vez, con la próxima mujer, visto que el fin del mundo queda muy lejos de aquí, dieses un paso de gigante.
- ¿De gigante?
- Un paso lunar, más bien. Pequeño para el hombre, inmenso para la humanidad.
- Decíme.
- Me gustaría que pasases de la sinceridad a la generosidad.
- ¿Qué querés decir?
- Que cuando te topes de nuevo con una mujer linda y sensible y con ganas de enamorarse, y con muchas posibilidades de tener ganas de enamorarse de ti, además de todo, en lugar de convertirla en un cuento o en un romance, en lugar de ser sinceramente sincero en tus intenciones de no compromiso, te pares a pensar en ella. Leas detrás de sus palabras, toques con la punta de los dedos su corazón, averigües sus intenciones, le acaricies la piel de otra manera. Y si crees que las expectativas están en la puerta de sus labios, te pido que te pares en mitad del camino y no avances.
- ¿Y dejar que pase ese momento, esos días, una noche, una posibilidad?
- Lo sé. Es difícil detenerse ante un callejón sin salida, sobre todo si al final espera el deseo. Pero los pasos de gigante están cargados de luna.

jueves, 2 de abril de 2009

Peligro

“El amor es un laberinto”, dijo una mujer con gravísimos ataques místicos, Sor Juana Inés de la Cruz. Fue en el siglo XVII pero todavía sirve. Aviso a navegantes: No pierdas el rumbo, no te conformes con callejones sin salida.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Agustín, un cuento

Mi abuelo se llamaba Agustín Lázaro Ramos, que es un nombre con muchísima personalidad. Con sus ojos tremendamente azules, su nariz gigantesca, su txapela negra en la calva pecosa, su baja estatura y su cuerpo huesudo, Agustín estaba siempre apunto de marcharse de cualquier lugar. Su vida estaba a la altura de su nombre. Nació en Baracaldo cuando la margen izquierda de la Ría era realmente izquierda. También mugrienta y miserable. Su padre fue, decía él, el primer sindicalista de España. Su madre, la amante del compañero Ramos, que tenía otros seis hijos con su mujer legítima. Mi abuelo se quedó huérfano de padre cuando tenía 13 años y su madre le abandonó para ejercer la prostitución en algún lugar de Francia. A Agustín le recogió su hermanastro mayor y la mujer de éste, la tía Malili. Le daban de comer, pero él debía trabajar. Aprendió el oficio del hermano y a principios de siglo fue mecánico dentista. Después escribidor. Estaba orgulloso de su caligrafía, barroca y anticuada. Más tarde fue troquelador. También equilibrista en un circo ambulante. Yo le recuerdo, con más de 70 años, caminando sobre las manos para demostrarnos que todavía era joven. "El diablo tiene cara de conejo", decía, quién sabe por qué. Le gustaba coleccionar libros que leía sólo a medias y apostar en combates de boxeo. Desaparecía cada cierto tiempo de casa y se gastaba íntegro el sueldo de la familia, que a estas alturas comía diariamente en casa de la abuela materna. Luchó en la Guerra de África y en la Guerra Civil. Fue condenado a trabajos forzosos durante los primeros años 40. Era nervioso e inquieto. Mi madre heredó su manía de mover constantemente el dedo gordo del pie y la rodilla. Siempre, en cualquier circunstancia. Sus ojos transparentes, brillantes, lo veían todo y se reían de todo, especialmente de sí mismo, un maketo, un extranjero nacido en Euskadi pero hijo de inmigrantes. Casado con una Aldecoa Zarandona, ni más ni menos. No le tenía miedo a la muerte, la había visto cerca demasiadas veces. No le dio la gana de creer en Dios ni siquiera cuando el final estaba muy cerca. Odiaba a los curas por rezar en mitad de las batallas y de la barbarie, en lugar de condenarlas. Cuando tenía 90 años fuimos juntos al hospital. En la puerta de la Clínica Universitaria de Navarra una multitud esperaba la llegada del Rey y del Príncipe Felipe, que visitaban frecuentemente a Don Juan. “Aitite (abuelo), ¿nos quedamos por curiosidad?” “Yo no he perdido una guerra para darle la espalda ahora a la República”. Como la Mía de “La amigdalitis de Tarzán” (de nuevo Bryce Echenique), mi abuelo “conoció la angustia y el dolor pero jamás estuvo triste una mañana”.

Teatro

Hace unos días fui a ver una obra de teatro. Pascal y Descartes, desde el siglo XVII, hablaban, gritaban y se desencontraban. Por un lado, la razón, la tranquilidad, el puntito de hedonismo y la defensa de la ciencia y la voluntad de Descartes. Por otro, la pasión, el fanatismo, la Fé absoluta, el destino, la infelicidad, el masoquismo de Pascal. La tolerancia y la intolerancia. D. dice: “Los jesuitas me enseñaron que siempre hay dos puntos de vista”. P. dice: “¿De qué sirve la ciencia si no explica lo fundamental?” Y también: “Me aterroriza la muerte”. Y yo, en mitad de los dos, en mi silla de oscuridad, pienso en la voluntad y el destino. Y en sus límites tan difusos.

martes, 24 de marzo de 2009

Un poco de Benedetti

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo(...)

Despedidas

El avión aterrizó en el aeropuerto de San Sebastián casi encima del mar. Era prácticamente de noche, sólo una pequeña franja de luz se agarraba al mundo. Una señora de 75 años, descalza, con una gabardina de color crema y un pañuelo en la cabeza, mojaba sus pies en el agua helada de marzo. Yo me senté en la arena húmeda, chupada durante la tarde por el mar. Ni luna ni gente. Sólo ella y yo, un par de lunáticas con las espadas en alto, empeñadas en no dimitir. Ella saboreando sin prisas su despedida y yo mi resurrección.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Un poema de E.E. Cummings

Somewhere I have never travelled, gladly beyond
any experience, your eyes have their silence:
in your most frail gesture are things which enclose me,
or which I cannot touch because they are too near

your slightest look easily will unclose me
though I have closed myself as fingers,
you open always petal by petal myself as Spring opens
(touching skilfully,mysteriously)her first rose

or if your wish be to close me, I and
my life will shut very beautifully, suddenly,
as when the heart of this flower imagines
the snow carefully everywhere descending;

nothing which we are to perceive in this world equals
the power of your intense fragility: whose texture
compels me with the color of its countries,
rendering death and forever with each breathing

(I do not know what it is about you that closes
and opens; only something in me understands
the voice of your eyes is deeper than all roses).
Nobody, not even the rain, has such small hands

martes, 17 de marzo de 2009

La hoguera de las vanidades


En la Feria de arte y antigüedades más exclusiva de Europa, la TEFAF, en Maastricht, las copas de champán no entran en conflicto con los Picassos y la gente negocia el precio de un De Kooning mientras paladea ostras y exquisitos bocados de salmón. Las fortunas del siglo XV se reencuentran con su habitat natural y las nuevas se legitiman. La moqueta amortigua el sonido vulgar del dinero, imitando el césped de un campo de golf. Todo es suave, la burguesía europea se desliza sin prisas, a 20 centímetros del suelo, la crisis pasa de largo y da algún disgusto esporádico. Los tacones altísimos de Jimmy Choo no tienen eco. El ruido es obsceno. Apenas quedan sitios así, donde la mezcla es sólo ficticia. La prensa es un testigo incómodo pero necesario. La postmodernidad molesta, pero no impide. En Dickinson (Londres y Nueva York) se vende el Van Gogh más caro de la feria, 25 millones de Euros. En Moretti (Florencia), el Canaletto sólo roza los 12. Colores y formas han abandonado museos para ofrecerse al mejor postor, que es, dicho sea de paso, el postor de siempre. Señoras gatopardescas con peinados amarillos miran y quieren ser miradas, parapetadas detrás de enormes gafas de pasta. Los cuadros esperan. Los amantes de Chagall, volando en un cielo azul noche, desde su exilio de muerte, pobreza, locura y tristeza, se sienten un poco fuera de lugar.

lunes, 9 de marzo de 2009

Conflictos

Es difícil elegir el conflicto. Bryce Echenique, en boca de Martín Romaña, aseguraba que el sueño de su psiquiatra era convertirle en un ser un poco más agresivo. “Imprima, no deprima”. Para elegir el conflicto hay que ser valiente, pero para meterse en una bronca reparadora que acabe en calma, hay que ser muy valiente. Algunos sabios lo llaman asertividad. Un truco. Piénsalo bien: ¿te compensa? Punto número dos. ¿Eres capaz de ser el malo de la película sin sentimientos de culpa? Tercera consideración. ¿Cuántos meses o años puedes aguantar sin restablecer lo que te parece justo? ¿De verdad piensas que la no-agresividad te hace menos daño? Mi consejo es: No huyas nunca de un combate necesario, aunque sepas que vas a perder. Pero prepárate para la soledad.

Pan de uvas

Tenía 68 años y llevaba cinco sobreviviendo a la muerte. Después de un transplante de médula durísimo, el cáncer remitió y ella pudo asistir a la boda de su hija pequeña, en Londres, le enseñó a su nieto Lázaro el sabor y la textura de la fruta, viajó a Europa y recorrió el Mediterráneo, celebró cinco navidades y cinco nocheviejas. Tenía 68 años cuando el médico la miró directamente a los ojos por segunda vez. “Ha vuelto la enfermedad”. “¿Y qué va a hacer esta vez para salvarme, Doctor Fregato?”. “Ya te dije, Luz María, que este cáncer no se cura, que estos cinco años han sido un maravilloso regalo de la vida. Ahora te toca resignarte”. Luz María no lloró ni se derrumbó. Recogió su enorme bolso negro lleno de cachivaches, salió a la calle soleada de primavera, llamó a su hermana preferida, y le explicó la situación. “Vente rápido a casa y cómprame ese pan de uvas que tanto nos gustaba a ti y a mí cuando éramos solteras. Vamos a darnos un homenaje. Y no llores porque todavía no estoy preparada para morir”. Mi padre piensa que Luz María tiene un caso grave de instinto de supervivencia, de optimismo tan alejado de la realidad como los cuentos de hadas. Pero yo creo en la voluntad y en la fe, y auguro 5 años más de bodas, viajes y vino blanco en las cenas de Navidad. Y princesas dormidas y príncipes con vocación de salvadores. Os mantendré informados.

jueves, 5 de marzo de 2009

Una frase

"Cuando pierdes la belleza, enfermas" (Alejandro Jodorowsky)

miércoles, 4 de marzo de 2009

Técnicas

Voy a compartir con vosotros una técnica de desratificación de tristezas y liberación de dolores de cabeza. Varios gurús de la autoayuda quieren adjudicarse el mérito, pero unos pocos privilegiados sabemos la verdad. Todo empezó con una granja en África y una película de Sydney Pollack en la que Meryl Streep decía: “Cuando siento que no puedo seguir soportando el dolor, aguanto todavía un momento más. Y entonces sé que puedo soportar cualquier cosa”. Es el secreto de los supervivientes. ¿Tú lo eres?

jueves, 26 de febrero de 2009

Clandestinos

La policía ha descubierto un hotel clandestino escondido detrás del armario de un restaurante chino en Fuenlabrada. Esperpento internacional con humillantes efectos colaterales.

Paréntesis

En la vida no hay nada mejor que un buen paréntesis. Me refiero a acercarse a la mesa de tu ex jefa, la diablesa vestida de Prada (y de gorra), ponérselos de corbata, sentirte como el llanero solitario en busca de su Edén, y hacer rápidamente las maletas rumbo a San Francisco. Como tengo 35 años y un apartamento cuantiosamente hipotecado, hace ya 6 años que vivo en Madrid con tentaciones esporádicas de huída. Lo único que me detiene es imaginarme, pensarme, sentirme al día siguiente, alone again, frente al Golden Gate. 24 horas después de cumplir el sueño.

Hamlet

"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito, si no tuviera sueños tan oscuros”. (Hamlet)

miércoles, 25 de febrero de 2009

Ángeles

A veces hay personas que, más que romper el círculo, lo reinventan. Esta historia me la contó Verónica y se parece tanto a la ficción que es pura realidad.

Hace 10 años Verónica se fue a Roma a pasar cinco días de amor con su pareja. Era la prueba de fuego. Hacia pocas semanas que habían empezado a vivir juntos, se planteaban tener un niño, rozaban la treintena. Verónica no había salido nunca con ningún otro hombre que no fuese Miguel. Creció muy tarde, fue niña durante mucho tiempo. Desde hacía 4 años, su vida era él. Aunque en un principio Miguel se había resistido, poco a poco las cosas se asentaron. Primero una promesa de fidelidad, después una relación estable, más tarde el apartamento, ahora el paso definitivo, un bebé. Verónica había ido a Roma dispuesta a todo, la idea de concebir a su hijo en Italia le atraía y Miguel estaba prácticamente convencido.

Aquella primera noche en el hotel, ella tomó la iniciativa. El amor surgió de manera fácil, como siempre entre los dos, pero Miguel enseguida paró. Se volvió pálido, se sentó en la cama, no podía hablar. Sudaba Miguel. No le miró a los ojos cuando le explicó que no la quería lo suficiente, que no estaba preparado para ser padre, que no era feliz en el pequeño apartamento de la Ciudad del Norte, que se ahogaba. “Me importas”, le dijo, “pero dudo. No quiero perderte”.

Verónica permaneció quieta unos segundos, pensó por un momento que iba a desmayarse pero se controló. Una serpiente de ojos verdes, oscura como la noche, se arrastraba pesadamente por su estómago. Cogió el bolso, se vistió con el vaquero del día anterior y la única camiseta de tirantes que aún quedaba en la maleta. Cerró sin ruido la puerta del hotel, sin escuchar a Miguel, que la llamaba. Cuando llegó a la calle caminó sin rumbo durante dos horas, se perdió. No lloraba. La serpiente y el miedo se lo impedían. No sabía qué hacer. En aquella época sin teléfonos móviles ni euros comunitarios, la cabeza le daba vueltas y su voluntad había desaparecido. Se sentó en el escalón de piedra de un portal. Debían ser las 12, la 1 o las 2 de la mañana. Vomitó sin lágrimas. Pensó cómo hago ahora para seguir viviendo. Cerró los ojos.

Fue entonces cuando apareció nuestro hombre sin nombre, el que más que romper el círculo lo reinventó. Se acuclilló a su lado y le habló muy suave. Verónica no entendía italiano pero aquella frase era sencilla de comprender. “Tutti siamo angeli, anche tu sei un angelo”. Abrió los ojos. El hombre tendría 50 o 60 años, era un vagabundo con un olor muy fuerte. No le importó. Su rostro era bondadoso y sus palabras le obligaron a reaccionar. “También tú eres un ángel”. Del bolsillo de su chaqueta roída sacó una caja, la abrió, juntó las manos de Verónica y dejó caer en ellas todo su contenido, unas cuantas monedas y billetes, las liras suficientes como para coger un taxi y volver al hotel.

Hechizo de luna

“El amor no es como nos lo contaron. No hace que todo sea hermoso, lo echa todo a perder, te parte el corazón, lía todas las cosas. No estamos aquí para hacer que todo sea perfecto: los copos de nieve son perfectos, las estrellas son perfectas. Nosotros no. Estamos aquí para echarnos a perder y para partirnos el corazón, para amar a la gente que se equivoca y para morir”. Nicolas Cage, “Hechizo de luna”.

lunes, 23 de febrero de 2009

Cócteles margarita

El mundo se desmorona, los ministros dimiten aquí y se suicidan allá, el sistema bancario aprende códigos Morse de S.O.S, el hambre se multiplica y la ayuda se esconde en el subsuelo, junto a la solidaridad. Vuelve el miedo, la recesión, el racismo, el recelo.

Y yo aquí, sentada delante del cielo mientras la ciudad no duerme, con esta maravillosa habilidad para hacer cócteles margarita.

María, un cuento

María siente desde hace un mes un dolor pequeño pero intenso, in crescendo, en una de las costillas de su cuerpo menudo y frágil, en el lado izquierdo. A pesar de que dos médicos y varias radiografías han establecido un diagnóstico claro -fisura de un pequeño cartílago cercano al esternón- María sigue convencida de que en realidad le duele el corazón. Los Ibuprofenos ayudan, pero no impiden. La energía de los chacras, el Reiki y el poder mental alivian, pero no impiden.

Un reencuentro doloroso y una despedida tuvieron la culpa. Au revoir, Michel, au revoir, el dedo de Jean Paul Belmondo bajando de sus labios a los ojos de María, que no quería ver la realidad, al final de la escapada, al final del viaje.

Desde entonces imagina su corazón, se desdibuja y se desdobla María. Lo coge con cariño entre sus manos y le susurra palabras dulces. Sabe que sólo cuando sea capaz de cerrar la pequeña herida roja del ventrículo derecho, dejará de doler. Por eso le anima y le consuela.

Mientras tanto su médico, el doctor Fregato, ajeno a la poesía, le pide esfuerzo y memoria. “Seguro que te diste un golpe físico, tienes que acordarte”.

jueves, 19 de febrero de 2009

Fantasmas

Es sabido que enamorarse de un fantasma es mucho más fácil que querer a un hombre que se lava los dientes en el baño de al lado todas las mañanas. Mi adicción a este tipo de historias empezó a los 12 años. Él se llamaba Txema, aunque al principio no tenía nombre. Era sólo un adolescente desgarbado que tocaba el piano en el Conservatorio de la Ciudad del Norte. Luego siguieron otros especimenes allende las fronteras. Mi conclusión es la siguiente. Para las mujeres con síndrome de Peter Pan, los hombres tipo estrella fugaz son la pescadilla que se muerde la cola. Como nunca están, nunca defraudan. Como nunca defraudan, es difícil dejar de quererles. Como nunca dejas de quererles, su sombra efímera es más larga que los cipreses, se perpetúa en infinidad de árboles que no dejan ver el bosque. Son mentira, son peligrosos, son un signo de inmadurez. Pero se parecen tanto al amor que es difícil darles la espalda. Hace falta fuerza de voluntad y alguna que otra bofetada, aunque yo siempre pongo la otra mejilla con la esperanza de que me besen de nuevo. Para que todo vuelva a empezar.

lunes, 16 de febrero de 2009

Obama

"El cambio no llegará si esperamos a otra persona o a otra época, porque somos nosotros a quienes hemos estado esperando, nosotros somos el cambio que buscamos". (Barak Obama, conectadísimo con la era Acuario).

Soñadores

«Son malos tiempos para los soñadores», que diría la dependienta de un Sex Shop en el París de Amelie. Pero parece que tampoco son muy buenos para invertir en bolsas sin fondo, pedir hipotecas, divorciarse o leer a Prévert. Como yo sigo sin conectar con esta era pajarera en la que vivimos, aunque hayamos entrado en el año de Acuario (mi signo), sigo soñando con encontrar un hombre decimonónico que me ame literariamente. Los voluntarios, que enseñen la patita por debajo de la puerta con valentía. O que cayen para siempre.

Paradojas

- Tienes los ojos cambiantes- le dijo él.
- Tengo los ojos miméticos- concedió ella- verdes, azules, grises o marrones. Según la luz, según el jersey con el que se me mire, según el momento del día o la estación del año o la década vital. Reivindico mis paradojas.
- Tus paradojas empiezan por tus ojos.
- Y terminan en el mar, a ser posible.

lunes, 9 de febrero de 2009

Una conquista

Estoy cansada esta tarde de frío en la ciudad del Norte. Estoy cansada pero me doy cuenta de que este momento, este lunes de vacaciones en mitad de la nada, frente a este ordenador, mientras la noche y el invierno se cuelan por la ventana de la casa donde nací, hoy, sola, ahora, estos segundos, nunca jamás se repetirán. Ni esta sensación de libertad.

Sé que nadie me espera en ningún sitio, sé que nadie me necesita desesperadamente ni yo necesito la presencia de nadie para narrarme. Por fin. Aleluya. Nadie me lee. Silencio. Este sentimiento se parece, de pronto, mucho a la felicidad. La levedad del ser es maravillosamente soportable. Quizás, después de todo, la no maternidad a los 35 años no sea un fracaso femenino. Tal vez pueda ser, hoy, esta noche, frente a la ventana, con las sombras de mis hermanas milenarias trazándome el camino, una conquista. Tal vez es el final de la búsqueda, Eva Luna en la ciudad del Norte.

Soy lo que quiero. Puedo tenerlo todo.

sábado, 7 de febrero de 2009

Revolutionary Road

Ayer fui a ver "Revolutionary Road". Tenía muchas ganas, hacía tiempo que buscaba la tarde perfecta y no la encontraba. Sabía que iba a ser dura, no sabía que tanto. "The hopeless emptiness", esas dos palabras se me han quedado pegadas dentro y me cuesta deshacerme de ellas. "El vacío irremediable y sin esperanza" en mitad de América pero podría ser Madrid. El momento. Esos segundos en los que el mundo se detiene y ves claro dentro y fuera, como si los huesos y los músculos se hubieran convertido en cristal, y las paredes de casa se volviesen transparentes. El instante de lucidez. El momento perfecto donde el sueño parece tangible, viable y posible, y se lleva el deseo a la acción. El minuto, el día o la hora sagrada en la que te atreves.

Esos segundos de perfecta claridad, ¿son necesariamente pasajeros? ¿Son mentira, son verdad? ¿Se puede vivir aferrándose a eso? ¿Se debe?

viernes, 6 de febrero de 2009

Carta Astral

Mi Casta Astral dice lo siguiente (abstenerse descreídos y mentes tipo pasillo de tren):

"Te gusta ser libre y no soportas la rutina ni las limitaciones de la vida cotidiana. Eres muy curiosa y te sientes atraída por todo lo especial, distinto o misterioso. Te entusiasman los viajes, las aventuras y la posibilidad de conocer gente y lugares nuevos. Tu vida estará llena de cambios y sorpresas, algunas de ellas serán programadas y otras totalmente fortuitas. Eres una persona muy creativa que siempre pone su toque personal en cada cosa que hace. Tienes capacidad para inventar, transformar y cambiar tu entorno. Tu estilo será siempre impredecible como así también el rumbo de tu vida. Itziar , naciste para cambiar el mundo a tu alrededor".

¿Qué se hace con un diagnóstico como éste? Pintarse de negro los ojos, acortarse la falda, cerrar la puerta de la calle y apoyarse en la espalda de la noche, esperando el mejor momento para recomenzar la huída.

Renacimiento, un cuento

Los viernes por la tarde le gusta sumergirse en la bañera de casa, encender una vela encerrada en un vaso de cristal, poner un poco de música y ahogarse en jabón. Así siente que exorciza la vida y que, poco a poco, la semana se diluye. Es su momento. Es su Renacimiento. Cada fin de semana.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Una frase

All right, then, I'll go to hell. (Las aventuras de Huckleberry Finn, Mark Twain. 1885)

Romper el círculo

Ahí va una teoría y hasta una obsesión. Se me ocurrió viendo la película “El intercambio”. Sí, ésa, la primera en la cola de los Oscar, la de Clinty y Angelina y el niño perdido que nunca apareció. Mientras chapoteaba angustiada en la historia, vi clara la opresión de los círculos y la importancia de romperlos, de ser la persona que, cuchillo en mano, se carga la línea curva, sopla el humo hasta deshacerlo, suelta la mano del corro de la patata, deshace la cadena. Esos pequeños gestos de valentía cotidianos que reconcilian al mundo con lo que podría ser. Pongo algunos ejemplos sobre lo que quiero decir.


- Romper el círculo es acercarse a hablar , delante de toda la oficina, con esa compañera amiga de nadie, a la que están apunto de despedir, la de los comentarios seguidos por largos silencios. Y felicitarle por su trabajo.
- Romper el círculo es ser la primera en descojonarse del traje nuevo del emperador.
- Romper el círculo es señalar la mancha negra en el vestido blanco, aunque sea mucho más cómodo ignorar que exite.
- Romper el círculo es ver una serpiente comiéndose un elefante en lugar de un sombrero.
- Romper el círculo es coger a un ex novio de la mano, sentarle frente a ti encima del edredón granate de la cama, mirarle a los ojos, respirar hondo, olvidar tres meses de palabras a medias y tirarse en plancha a la verdad: “Esto es lo que hay. Todavía te quiero”.

martes, 3 de febrero de 2009

Un poema

Cuando te vayas construiré en mi imaginación un camino muy largo
terroso pero estrecho como los de los cuentos o las hadas
para imaginarme que
en los momentos de insoportable ausencia
podré coger mi bolso viejo
llenarlo con el cepillo de dientes y un libro lunar
y adentrarme en él horas y horas hasta encontrarte.

Leo, un cuento

¿Tienes tiempo para una historia de perlas, arena y deseos de maternidad?

Verás, en París, durante los últimos 6 meses de mi estancia, cuidaba a un niño de cinco años insoportable que se llamaba Roland. El trato era que yo le iba a buscar al colegio a las 5 p.m., le aguantaba dos horitas, y a cambio sus padres no me cobraban el alquiler de un pequeño cuarto independiente en el último piso del edificio, Boulevard Filles du Calvaire, muy cerca de République y 20 minutos andando del Marais, mi barrio favorito.

Por las mañanas conseguí un trabajo de semi traductora en una empresa francesa pijísima (La Royal Edition) Avenue de la Grande Armée. Lo conseguí gracias a una de las mujeres más bellas que he conocido nunca, una modelo alemana que me quería mucho, estudiaba conmigo civilitation francaise en La Sorbonne y yo creo que hasta le gustaba, porque mi tristeza post amor perdido era gigante, y a pesar de todo y de su superficialidad, Nicole me buscaba para salir, fiestas, no se daba nunca por vencida.

El caso es que en Semana Santa yo quería volver a España, necesitaba mi tierra y me moría, como siempre por aquella época, de tristeza. Dominique, la mamá de Roland, me propuso un trato. Ella me daba diez días de vacaciones si después yo acompañaba a Roland y a sus tres primitos a la casa de la abuela, en un pueblo como a dos horas en tren de París llamado Provin. Acepté inmediatamente. Recuerdo todavía mi sensación de mundo blu, azul y triste, cuando regresé de España y directamente, mochila y todo, conseguí un tren de lejanías destino Provin.

Provin es un pueblo medieval de cuento, muy francés, dibujado por casas de piedra, jardines llenos de buganvillas y hortensias, la plaza central rodeada de pequeños barecitos y tiendas, y una gran iglesia gótica. La casa de los abuelos era gigante y al mismo tiempo muy acogedora, y ellos pertenecían a esa clase media francesa un poquito intelectual, heredera de transgresiones que ya cumplieron muchos años.

Me cautivaron desde el principio. Tenía mi propio cuarto en la parte alta de la casa, con una ventana desde la que se veían las estrellas de un mes de abril ya casi mayo frío y soleado.

Los abuelos vivían solos en la casa durante el invierno, y en Semana Santa y en verano acogían a sus nietos como un maravilloso paréntesis de vida. Ella se llamaba Monique y él Martin ( era mi favorito el abuelo, silencioso y bueno). Cada uno tenía su propio dormitorio decorado según criterios tan diferentes como ellos mismos: Martin lleno de libros de derecho y de historia (había sido abogado), sobrio y de madera, con grandes barcos encerrados en grandes botellas de cristal, y Monique luminosa la habitación, de colores pastel, mariposas, flores de fantasía y mantas de lana.

Cuando llegué era lunes por la mañana y me presentaron a los primos de Roland mientras éste andaba en pleno ataque de celos parce que María est seulement pour moi, elle ne doit pas garder d´autres enfants. Los primos eran tres hermanos: el mayor se llamaba Julian, tenía siete años, y era un niño guapísimo, educado, sensible, encantador… de esos que casi no existen y que contados resultan irreales. La más peque se llamaba Lily, y para describirla hay que cerrar los ojos e imaginarse una preciosa bebita de un año y medio, con la cara redonda y la piel oscura y unos ojos marrones enormes.

Leo, el pobrecito mío, en mitad de aquellos hermanos tan espectaculares, era un enfant tímido y feíto de tres años, con el pelo castaño y los ojos llenos de arrugas. Un pequeño viejecín recién aterrizado a la vida, escuchimizado, con problemas todavía para pronunciar algunas palabras, muy bajo de estatura, un marcianito herido… Leo tenía además varios traumas. Se hacía pipí en la cama y en la ropa, y a veces lloraba sin motivo alguno, no tenía amigos en el cole, los niños se reían de él.

Sus papás le habían llevado al psicólogo, que les había confirmado lo obvio. El pobrecito Leo, entre la brillantez de su hermano mayor y la belleza de Lily, se sentía desplazado, se sentía inferior y no sabía qué papel ocupar en su familia o en su vida. Pobrecito Leo era un niñito invisible e ignorado.

Supongo que ya ha quedado claro que Leo y yo nos enamoramos inmediatamente el uno del otro, aunque yo intentaba disimularlo sobre todo por Roland, insoportable pero buhardilla gratis en París. Y voilà que Leo mejoró un poco esa semana, supongo que notaba que en aquel pequeño microcosmos de Provin él sí contaba, intuía todo mi amor.

La paz de Provin fue gigantesca, fue una barrera en mi vida, la intuición de un futuro que espero que algún día se haga realidad. Todas las mañanas desayunábamos juntos Monique, Martin y los niños, y después jugábamos un rato en el jardín. Yo leía Prévert y las “Memoires d´ Hadriano” tomando el sol en el jardín mientras mis hombres se peleaban y corrían por todas partes. Generalmente después de comer salíamos a pasear por el pueblo, ellos con las bicicletas y Monique y yo con Lily caminando. Por las noches veíamos películas tumbados en la cama gigantesca de la abuela y un día nos asomamos al jardín para ver el paso rapidísimo de un cometa. Leo llevó a su osito Lou parce que Lou aussi il veut voir les étoiles, María, Lou aime les étoiles.

Muchas noches se quedaba dormido en mis brazos y después tenía que acompañarle a su camita, arroparle, quitarle el dedo de la boca que siempre se chupaba, tan tímido e inseguro. Fue muy triste separarme de él, y además después de aquello casi no le vi por culpa de Roland insoportable que estaba celosísimo de sus primos.

Pero lo recuerdo perfectamente. A ver, esto fue hace 12 años, así que ahora Leo debe tener ya 15 años. Ojalá el psicólogo le ayudara y le hiciera más fuerte, más capaz para esta vida que a veces parece una guerra. Leo era una de esas personas que yo defino así: una perlita equivocada, un error del destino que cuela arena en una concha y crea de pronto un ser lindo, frágil y no apto para lo concreto, lo práctico, la vida.