martes, 21 de abril de 2009

Tic Tac


- Las vocaciones poéticas no hay que esconderlas.
- ¿Qué quieres decir?
- Hay que ser valiente para seguir un destino de poeta. No es fácil ser cazadora de estrellas.
- Es verdad.
- Las vocaciones gatunas tampoco se eligen ni son ningún chollo, si te sirve de consuelo.
- ¿Tu vocación es gatuna?
- Sí.
- ¿Qué significa?
- Uf... Por un lado soy una gata doméstica. Me encanta mi casa, mi espacio, que me dejen en paz, mi lugar, ronronear tumbada en el sofá los viernes por la tarde, después de remojarme en la bañera. Soy esquiva y un poco arisca al comienzo del amor o la amistad.
- ¿Lo eres?
- Sí, los desconocidos que por compromiso se cuelan en mi casa son un atentado violento contra mi intimidad. Tardo bastante en perdonarles. Pero por otra parte soy una gata callejera con tendencia a volverme salvaje. Me gusta por encima de todo mi libertad. Si intentan atraparme, huyo. Odio la rutina y la mediocridad, no soporto las mentiras. Soy coqueta y manipuladora. No hay nada que me guste más que romper las líneas rectas de la vida, abrir la ventana y escaparme por los tejados en las noches de luna llena, y ya puestos, también en las que no tienen luna.
- No eres fácil de domesticar.
- Durante unos meses o unos años, sí. Nunca para siempre. Llega un momento en que el reloj gatuno me empieza a sonar en el vientre y debo recomenzar la huída.
- ¿Ahora en qué fase estás?
- Tic Tac

1 comentario: