miércoles, 10 de febrero de 2010

Búsquedas

"Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando, también nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa. Ya verás lo que ocurre a continuación." (Clarissa Pinkola)

martes, 9 de febrero de 2010

Estrategias

- Tienes que olvidarle.
- ¿Eso cómo se hace?
- No empezando.
- Ya es tarde.
- Durmiendo.
- No puedo.
- Dejando pasar el tiempo.
- Sí, pero, ¿y esta tarde?
- Desmitificándole.
- Siempre supe que no era perfecto.
- Relativizándole.
- Ya sé que no es el mejor, pero le quiero a él.
- Pensando que es mejor así.
- No me importaba bajar al infierno.
- Encontrando a otro.
- ¿Cuándo llegará ese otro?
- Recordando cuántas veces has pasado por esto y lo has superado.
- Sí, pero, ¿y esta tarde?
- Odiándole.
- Ya le odio.
- Juzgándole.
- Ya le juzgo.
- Distrayéndote.
- No quiero salir, no quiero hablar, sólo encogerme así en la cama, desaparecer.
- Escribiendo.

Un diálogo

- Nunca nos acostaremos.
- Pero será algo platónico, será bonito, no nos cansaremos el uno del otro, la pasión no morirá.
- Nunca estarás dentro de mí.
- No nos tocará la rutina, el aburrimiento ni la apatía. Seremos inmortales.
- Nunca dormiremos abrazados.
- No haremos concesiones cotidianas, no veremos cómo el deseo desaparece poco a poco.
- Nunca desayunaremos al borde de la cama.
- No discutiremos por tonterías, no seremos mezquinos. No haremos el amor como un ejercicio aprendido que ya aburre.
- Nunca pasearemos por la calle cogidos de la mano, besándonos en cada esquina.
- No nos perderemos, no dejaremos de ser lo que somos para convertirnos en los demás. No claudicaremos, no dimitiremos.
- Nunca me pedirás que mi boca sea sólo tuya.
- No tomaremos el sol en la playa mientras yo miro a otra mujer, no te observaré pensando en otra.
- Nunca viviremos un domingo por la tarde.
- No nos miraremos como un par de zapatos viejos, no nos mentiremos para evitar una discusión, no nos reprocharemos, no nos decepcionarán las palabras y los gestos del otro.
- Nunca nos acariciaremos en el agua caliente de mi bañera.
- No respetaremos la moral de los otros, mantendremos los ideales intactos, fantasearemos con nuestros cuerpos siempre perfectos. Inventaremos un nuevo platonismo.
- Nunca empezaremos.
- Nunca moriremos.

lunes, 8 de febrero de 2010

Walt Whitman

¡Oh yo, vida! Todas estas cuestiones me asaltan,
Del desfile interminable de los desleales,
De ciudades llenas de necios,
De mí mismo, que me reprocho siempre, pues,
¿Quién es más necio que yo, ni más desleal?
De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
Despreciables, de la lucha siempre renovada,
De los malos resultados de todo, de las multitudes
Afanosas y sórdidas que me rodean,
De los años vacíos e inútiles de los demás,
Yo entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡oh, mi yo!, la triste pregunta que
Vuelve: "¿Qué hay de bueno en todo esto?"
Y la respuesta:
"Que estás aquí, que existen la vida y la identidad,
Que prosige el poderoso drama y que quizás
Tú contribuyes a él con tu rima".

Descubrí este poema de Borges

Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
Hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
La vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó
El áspero norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
Las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
Amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
Intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
Del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
Sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
Memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

jueves, 4 de febrero de 2010

Una consigna vital

- Resiste el tiempo suficiente.
- ¿Para qué?
- Para que todo vuelva.
- ¿Hasta cuándo?
- Hasta que todo vuelva.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Contradicciones

- Eres contradictoria.
- Y tú eres ambigua.
- La ambigüedad es la única forma verdadera de estar en la vida.
- ¿Por qué?
- Porque siempre hay algo de los tuyos con lo que no estás de acuerdo.
- Porque siempre hay algo de los otros que te gusta.
- Porque eres una y muchas. Porque eres tú y también todas las demás.
- Soy yo y también tú y todas las demás.

Un poema

Ayer empecé a leer este libro: "Mujeres que corren con los lobos", de Clarissa Pinkola Estés. Me dieron las diez de la noche y luego las dos. Esta mañana, cuando me he despertado, me he encontrado con estas palabras.

Soy la mujer despierta
soy la mujer habitada.

Soy la energía vital
la creadora la maga la hechicera
Soy la que, sentada en el fondo del bosque,
no llora.
Soy la que escucha.
Soy la matriz, la tierra, la portadora del fuego sagrado.
Soy todas las demás y también irreductiblemente yo.
Soy la que se queda al borde del abismo y no espera
Soy la que escucha,
Soy la que ve
Soy la domadora de hombres, la amante
Soy la heredera y la testigo
Soy la que tiene miedo pero actúa
Soy la que descendió a las profundidades del infierno
Soy la que se equivoca cuando no quiere acertar
y la que acierta cuando se atreve.
Soy la madre, la hija, la vieja bruja que coquetea con la muerte.
Soy la que intuye
la que busca y encuentra y sigue buscando.

La mujer despierta
la mujer habitada.

Soy la que se quemó y todavía sigue viva
Soy la superviviente del naufragio
Soy la que grita si le arañan y araña si le hieren
Soy la madre ancestral, la protectora, la salvadora
Soy el eterno femenino, yo y mis hermanas.
Soy la que corre detrás del amor y la que desea
Soy la defensora, la guardiana
Soy la fuerza del mundo
Soy la que ya no huye
la que ya no duerme.
Soy la que se ha tumbado en la espalda del mundo
sobre la arena mojada y caliente.
Soy la mujer que camina sobre las estrellas
Soy la mujer en el fondo del mar
Soy la de los pies lunares firmemente sujetos al suelo.

La mujer despierta
la mujer habitada.