martes, 9 de febrero de 2010

Un diálogo

- Nunca nos acostaremos.
- Pero será algo platónico, será bonito, no nos cansaremos el uno del otro, la pasión no morirá.
- Nunca estarás dentro de mí.
- No nos tocará la rutina, el aburrimiento ni la apatía. Seremos inmortales.
- Nunca dormiremos abrazados.
- No haremos concesiones cotidianas, no veremos cómo el deseo desaparece poco a poco.
- Nunca desayunaremos al borde de la cama.
- No discutiremos por tonterías, no seremos mezquinos. No haremos el amor como un ejercicio aprendido que ya aburre.
- Nunca pasearemos por la calle cogidos de la mano, besándonos en cada esquina.
- No nos perderemos, no dejaremos de ser lo que somos para convertirnos en los demás. No claudicaremos, no dimitiremos.
- Nunca me pedirás que mi boca sea sólo tuya.
- No tomaremos el sol en la playa mientras yo miro a otra mujer, no te observaré pensando en otra.
- Nunca viviremos un domingo por la tarde.
- No nos miraremos como un par de zapatos viejos, no nos mentiremos para evitar una discusión, no nos reprocharemos, no nos decepcionarán las palabras y los gestos del otro.
- Nunca nos acariciaremos en el agua caliente de mi bañera.
- No respetaremos la moral de los otros, mantendremos los ideales intactos, fantasearemos con nuestros cuerpos siempre perfectos. Inventaremos un nuevo platonismo.
- Nunca empezaremos.
- Nunca moriremos.

1 comentario:

  1. Yo prefiero aterrizar las cosas, aunque después se estrepeen. De qué sirve ser espectadora, hay que mojarse.

    ResponderEliminar