jueves, 26 de febrero de 2009

Paréntesis

En la vida no hay nada mejor que un buen paréntesis. Me refiero a acercarse a la mesa de tu ex jefa, la diablesa vestida de Prada (y de gorra), ponérselos de corbata, sentirte como el llanero solitario en busca de su Edén, y hacer rápidamente las maletas rumbo a San Francisco. Como tengo 35 años y un apartamento cuantiosamente hipotecado, hace ya 6 años que vivo en Madrid con tentaciones esporádicas de huída. Lo único que me detiene es imaginarme, pensarme, sentirme al día siguiente, alone again, frente al Golden Gate. 24 horas después de cumplir el sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario