martes, 6 de octubre de 2009

Inmortales


Este niño rubio, con pajarita roja y pinta de pardillo, que camina de un planeta a otro sin rumbo fijo, inspiró a los dueños de un restaurante de Londres, que lleva, o al menos llevaba, su nombre: "El principito".

Yo fui una vez allí, hace 14 años, con un hombre de ojos verdes que no creía en las flores ni en las estrellas, pero sí en el amor. Aunque el padre intelectual del niño (Saint Exupery) se cayó de un avión en mitad de una vida muy corta, parece que el crío es inmortal.

El hombre de ojos verdes, en cambio, ha aprendido a disfrutar de las flores y las estrellas con el paso del tiempo, pero ya no cree en el amor. Ojalá los relatos lunares de este blog o de cualquier otro le hagan cambiar de idea.

1 comentario:

  1. “Es con el corazón como se ve correctamente: lo esencial es invisible a los ojos.”
    Antoine de Saint-Exupéry

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