martes, 2 de junio de 2009

Amores transfronterizos

A veces soy una pesadilla para mi psiquiatra. El doctor Fregato está empeñado en que me gusten los hombres españoles que viven en mi ciudad. Quiere ponerle punto final al amor transfronterizo.

- A ver, señorita, hagamos una prueba. Pensamiento automático. Un, dos, tres, responda otra vez y sin darle muchas vueltas. Verá cómo la convenzo. Esta técnica se llama afirmación reversa y ha tenido muy buenos resultados en el campo de las psicosis leves. Dígame, desventajas de que su novio viva en su misma ciudad, ya verá qué pronto acabamos.
- Te puede pillar con otro tipo por la calle.
- ¿Eh? ¿Eso es lo primero que se le ocurre?
- Perdón, pero tenía que ser automático, ¿no?
- Sí, en fin, sigamos, señorita.
- Si te deja, seguro que te lo encuentras feliz en todas partes, mientras que si vive en Honolulu, por ejemplo, puedes imaginar que está llorando en su casa por el error que cometió (al dejarte, claro).
- Es el colmo. Le hablo de un supuesto novio y lo primero que le viene a la cabeza es una ruptura.
- Bueno, lo segundo; lo primero siempre son los cuernos.
- Ejem, sigamos, sigamos. Más desventajas, ya no le debe quedar ninguna.
- El idioma.
- ¡Pero si sería el mismo que el suyo, oiga!
- Por eso, así hay menos posibilidades de un malentendido.
- ¿Y?
- Los malentendidos son la base del amor, como todo el mundo sabe. El amor comienza siempre con un tremendo error. Piensas que el hombre que tienes enfrente es maravilloso. Y él te ve como una dulce princesa con aliento de fresa. Todo parecido con la realidad es pura coincidencia, como verá.
- Eso es muy discutible.
- Todo es discutible, señor Fregato, todo es discutible. Tengo otra.
- ¿Cómo, señorita?
- Otra desventaja de ligarse a un chico local. No puedes ir a buscarle al aeropuerto, y lo que es más importante, no puedes ir a despedirle al aeropuerto.
- ¿Perdón?
- Es muy fácil. Cuando estás empezando a darte cuenta del tremendo malentendido, lo mejor es poner kilómetros de por medio. Veinte días de separación y abstinencia sexual hacen milagros. Cuando el novio en cuestión regresa, vuelves a no enterarte absolutamente de nada. El amor se alarga, ¿comprende?
- Empiezo a tener dolor de cabeza, señorita.
- Uy, tengo otra ventaja.
- Verá, vamos a dejarlo. Ya le he hecho el diagnóstico. Es usted, hoy por hoy, un caso perdido. Mi consejo es: váyase a Honolulu y consígase un nativo.
- Me lo temía. Ya había comprado el billete. Muchas gracias, señor Fregato, ¿me dice cuánto le debo?

2 comentarios:

  1. "el amor comienza con un tremendo error". Si se mantiene en el tiempo, el error reiterado puede ser una decisión correcta. errar es de humanos y hacerlo repetidas veces de enamorados.
    de todas formas, cerca o lejos, difíciles son los sentimientos.

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